Una sustancia del cerebro lleva a los ratones a beber alcohol

"Estamos a punto de ser capaces de modificar el comportamiento humano", afirman dos investigadores en el número de Nature del 26 de noviembre. Caroline Small y Stephen Bloom, del Imperial College de Londres, comentan así la investigación, publicada en el mismo ejemplar, que demuestra una clara relación entre el deseo de los ratones de beber alcohol y la cantidad en su cerebro de una sustancia llamada neuropéptido, un versátil modulador del comportamiento, y el más potente estimulador del apetito que se conoce hasta ahora.Los experimentos han sido realizados por Todd E. Thiele, de la Universidad de Washington en Seattle. Han mostrado que los ratones que son incapaces de producir neuropéptido consumen voluntariamente el doble de alcohol de lo normal. Además, son más resistentes a los efectos sedantes del alcohol. Y se recuperan de la embriaguez mucho antes que los ratones vulgares.

Los investigadores también le dieron la vuelta al experimento y construyeron ratones que tienen en el cerebro mucho más neuropéptido de lo normal. Estos animales se comportan exactamente al revés que los anteriores: toman menos alcohol de lo habitual, pero son mucho más sensibles a sus efectos y tardan más en recuperarse.

El resultado cuadra bien con otros hallazgos que demuestran que las ratas seleccionadas durante generaciones para tomar más alcohol muestran poco neuropéotido en sus cerebros. También encaja con las crecientes evidencias de un componente genético del alcoholismo.

Se ha propuesto que ciertos fármacos que bloquean el efecto del neuropéptido podrían ser útiles contra la obesidad, al reducir el apetito. Ahora hay que revisar esa propuesta: los mismos fármacos podrían inducir a beber a los pacientes.

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