Mísia interpreta sus fados en el Día Mundial de la Tolerancia

A la portuguesa Mísia se le da muy bien Madrid, ciudad que se entusiasma siempre con sus canciones. Su historia es conocida de repetir tanto los escenarios de la capital: nació en Oporto, pero es hija de una bailarina clásica y nieta de una vedette del Paralelo barcelonés. Como pasó largas temporadas en España, conoce la cultura española y suele incorporar a su repertorio temas de grandes cantantes hispanohablantes.

Serrat, Aute y, más recientemente, una versión en clave de fado del célebre Unicornio azul, de Silvio Rodríguez, son referencias con las que a veces salpica sus exquisitos recitales, que navegan entre el terciopelo de su voz y el estremecimiento del fado portugués. Ha sabido, como pocas, mezclar con mucha personalidad su origen atlántico con la impronta del Mediterráneo. Una mezcla sutil que de un lustro a esta parte se ha sabido valorar en escenarios tan dispares como el Centro Cultural de la Villa, la sala Caracol o el teatro María Guerrero, por citar sólo algunos de los recintos por los que su elegancia ha paseado estos años.Esta noche le toca hacerlo en el teatro Nuevo Apolo, y puede no ser una coincidencia que hoy sea el Día Mundial por la Tolerancia. El lugar acoge por igual a flamencos, zarzuela, gospel, musicales o cantautores, y Mísia lleva en su canto la unión de culturas y pueblos. Amor por la diferencia y cariño extremo hacia lo suyo, el fado, que nunca resulta excluyente. El fado tiene fama de triste, de melancólico, pero ella es una de sus renovadoras. El punto cosmopolita con el que lo aborda coincide con la recuperación que se está haciendo de otras músicas de origen popular, como el tango, el flamenco o los ritmos del Caribe, Brasil o África.

Con esa imagen robada de una viñeta de Corto Maltés, Mísia presentará hoy las canciones de su reciente disco, Garras dos sentidos, en el que vuelve a haber versos de Pessoa y reconocimientos a Amalia Rodrigues, la que fue gran dama del fado.

Mísia actúa hoy en el teatro Nuevo Apolo (plaza de Tirso de Molina, 1; metro Tirso de Molina). 22.00. De 1.500 a 3.500 pesetas.