Varios diputados británicos quieren juzgar al ex general en el Reino Unido

La situación judicial del ex dictador chileno se complica día a día. Aparte de la posible demanda de extradición procedente de España, un grupo de 31 parlamentarios británicos pertenecientes al llamado grupo de los derechos humanos, que incluye laboristas y liberaldemócratas, quiere que el ex general sea juzgado en el Reino Unido por presuntos delitos de genocidio, torturas y terrorismo.

Los diputados consideran que la Criminal Justice Act británica de 1988 permite al Reino Unido proceder contra Pinochet. Esta iniciativa se presentará al fiscal general, John Morris, en el caso de que fracase la petición de extradición española.Para que el sistema judicial británico se ponga en marcha será necesario presentar pruebas y que el fiscal general acepte la tesis de que los delitos de la dictadura, anteriores a la promulgación de esa ley, pueden ser perseguidos. Numerosas organizaciones, Amnistía Internacional, grupos de chilenos en el exilio en el Reino Unido y familiares de las víctimas de la dictadura pinochetista están reuniendo expedientes con nombres de ciudadanos británicos desaparecidos durante el régimen militar.

Thatcher pide la libertad

Por el contrario, la ex primera ministra británica Margaret Thatcher pidió ayer la inmediata puesta en libertad de Pinochet porque, según dijo, Chile contribuyó a salvar vidas de británicos durante la guerra de las Malvinas. Para Thatcher, se debe dejar que Pinochet regrese de inmediato a su país en total libertad. De otra parte, treinta y seis congresistas de Estados Unidos pidieron en una carta dirigida a al presidente Bill Clinton que el Gobierno de EEUU ponga a disposición de la judicatura española toda la información que obra en su poder sobre crímenes cometidos dentro y fuera de Chile por el régimen de Pinochet.

Además, ocho congresistas norteamericanos han pedido a Clinton que someta a Fidel Castro a un proceso judicial similar al de Augusto Pinochet, informa Rosa Townsend. En una misiva, los congresistas comparan a Castro con Pinochet y Noriega.