Los Verdes se ofrecen a pactos electorales "progresistas"

La Confederación de Los Verdes dio ayer, en su VII Congreso, un paso de gigante en el diseño de su perfil electoral. En primer lugar, acordó la reunificación del movimiento después de que la relación con IU -en la mayoría de los casos resultó catastrófica- significase la escisión del movimiento ecologista en 1994. En segundo, eligió al valenciano Jordi Bigas como cabeza de cartel para las elecciones europeas. El nuevo candidato fue el encargado de enviar el mensaje más significativo de la asamblea: la predisposición a estudiar alianzas electorales, sin ningún complejo y siempre que sean "progresistas"."No queremos ser puros. Queremos ensuciarnos las manos, pero reparar la moto", enfatizó Bigas, quien ya dejó claras sus simpatías por el socialista Pasqual Maragall con vistas a las elecciones catalanas. Ayer estaba prevista la presencia en la clausura del congreso del candidato del PSOE en las generales, José Borrell. Éste no se presentó finalmente, pero envió un mensaje de cooperación a los ecologistas y un guiño de proyecto común. Por su parte, Bigas dijo que es más fácil hablar de estos temas con Borrell que con otros dirigentes socialistas, por lo que se mostró esperanzado respecto a establecer al menos cauces fluidos de comunicación.

El programa de progreso que defienden Los Verdes está basado en lo que Bigas llama "democracia ambiental". Se propone un replanteamiento, buscando el equilibrio con la naturaleza y la "sostenibilidad".

El candidato también dijo que la tregua de ETA y los comentarios sobre una reforma de la Constitución son una excelente oportunidad para "reforzar la democracia participativa".