EL CUMPLEAÑOS DE VICTORIA

Victoria, la princesa heredera del trono de Suecia, regresó a su país desde Estados Unidos, tras una ausencia de seis meses, para pasar sus vacaciones de verano y festejar su vigésimo primer aniversario, que cumplió ayer, en la residencia veraniega de la familia real en la isla de Öland. El cumpleaños de Victoria es un acontecimiento público en la isla. Además de recibir el homenaje de sus habitantes, tiene lugar una gala artística y la princesa entrega un estipendio que lleva su nombre al deportista más destacado del año. En enero pasado, cuando la princesa se trasladó a Estados Unidos para estudiar en Yale, se dijo que deseaba poner distancia al acoso de la prensa en su vida privada. La Casa Real confirmaba además que Victoria padecía de anorexia. A su regreso, ha sido ella la que ha tomado la iniciativa de convocar a los periodistas para responder a sus preguntas, exceptuando las vinculadas con alguno de los numerosos pretendientes que la prensa del corazón suele adjudicarle. Victoria parece muy recuperada de su enfermedad y con preocupaciones más propias de su edad que de una futura reina. "Todos atravesamos periodos difíciles que pasan, pero algo siempre queda aquí dentro", dijo señalando el pecho. Ha perfeccionado sus estudios de francés e inglés en Yale y aún no se ha decidido por las materias que elegirá para el próximo ciclo de estudios, aunque se inclina por algo relacionado con el Arte y la Política Internacional, áreas que aunque no muy compatibles, le serán necesarias cuando llegue a ocupar el trono. Afirma que quiere estar mejor preparada para ese momento de lo que estuvo su padre, Carlos Gustavo, cuando heredó el trono a la muerte de su abuelo. Victoria estará en Suecia hasta mediados de agosto y repartirá su tiempo entre la familia, los amigos, sus perros y caballos y algún trabajito en el jardín de la residencia real. Dijo que en principio no piensa votar en las próximas elecciones de septiembre en Suecia y sobre la final de la Copa del Mundo admite que los sentimientos estaban divididos en su familia, por la ascendencia brasileña de su madre, la reina Silvia, y los lazos tradicionales con Francia.-