Alcalá cubrirá sus dos depuradoras para evitar los malos olores

Los vecinos de la zona oeste de Alcalá de Henares (166.000 habitantes) podrán volver a respirar hondo el próximo milenio sin inhalar el nauseabundo olor que desprenden las dos depuradoras de aguas residuales situadas en los alrededores. El hedor ha provocado numerosas quejas vecinales en los últimos 13 años. El Ayuntamiento complutense (PP) y la Comunidad de Madrid se comprometieron ayer, mediante un convenio, a cubrir las instalaciones que generan malos olores, y que ahora están a cielo raso, antes de que comience el año 2000. Para ello, el Gobierno regional invertirá 1.570 millones de pesetas. El Ayuntamiento de Madrid hizo algo similar con la depuradora situada en Puerta de Hierro, con muy buenos resultados.

Ésta, aunque haya que esperar más de dos años, es la solución de urgencia. Las dos administraciones se comprometieron además a trasladar antes del 2003 a otros terrenos la depuradora de aguas urbanas, la que está más cerca de la zona habitada, a apenas cincuenta metros. El lugar lo determinará el Ayuntamiento, teniendo en cuenta que no haya casas y que el Henares esté cerca para poder devolver al río el agua depurada.

El edil de Medio Ambiente, Jesús Domínguez, apuntó la posibilidad de que fuese en el Soto del Espinillo, unos terrenos situados en el límite con Torrejón de Ardoz. Tendrán que afinar mucho, porque el Consistorio torrejonero quiere construir allí unas 6.000 viviendas. Domínguez manifestó que el sitio elegido está a más de un kilómetro de la futura casa más cercana.

Ampliación

La depuradora industrial está situada en la M-300, y sus vaharadas fétidas reciben a todo el que entra a la ciudad conduciendo por esa vía. Está conectada con la urbana, y cada una tiene capacidad para tratar el equivalente al agua sucia producida por 170.000 habitantes. Como está previsto que Alcalá y Meco aumenten bastante su población en los próximos años y que se desarrolle el sector industrial, la capacidad de la depuradora de la M-300 se va ampliar en un 33%.Alcalá recibe el agua de la Mancomunidad de Aguas del Sorbe, pero desde 1985 el Canal de Isabel II se encarga de su depuración una vez usada. El Ayuntamiento nunca había pagado el canon de depuración, acumulando una deuda de 1.031 millones de pesetas. Ayer se comprometió a abonarla durante los próximos diez años, en letras semestrales.