Gil y Antic se contradicen

Gil y Antic reflexionaron en direcciones opuestas. «No me ha gustado el partido que hemos hecho», concluyó el propietario del Atlético de Madrid Jesús Gil. «Si alguien ha buscado la victoria hemos sido nosotros», opinó el entrenador, Radomir Antic. «He visto a los jugadores muy desorientados, como si no nos jugásemos nada, como si no fuera con nosotros el asunto», insistía Gil. Gil dio un giro copernicano a su habitual costumbre de acusar al arbitraje de los males de su club. Dijo que buscar esa excusa es de «cobardes». Dejó caer que los jugadores, en el vestuario tras el partido, habían despotricado contra el colegiado López de la Fuente. «No quiero que me vengan con excusas fáciles y cobardes como el mal arbitraje», rechazó. «Hay una realidad: el equipo no juega bien».

Según Antic, su planteamiento estaba encaminado hacia el triunfo. «Pusimos a más jugadores ofensivos pensando en ganar y en dos jugadas de mala suerte (un gol en propia meta de Aguilera y un penalti de Andrei a Kodro) nos han impedido ganar el partido». Poner a Nimny en la banda izquierda y retrasar al extremo Lardín a la posición de lateral fue uno de los movimientos tácticos agresivos de Antic: por esa banda llegaron las incursiones de Makaay y Kodro y el empate.

El entrenador del Tenerife, Juan Manuel Lillo, además de criticar la actuación arbitral - «tengo miedo hablar de ellos porque luego te arbitrarán»-, elogió el juego de su equipo: «Sé que mañana cuando vea el partido por vídeo voy a lamentar no haber conseguido los tres puntos».