La ministra no pudo acudir y se quedó sin foto

Iba a ser la segunda en leer, pero una pregunta en el pleno del Senado sobre temas de Educación impidió a la ministra Esperanza Aguirre suceder a Guillermo Cabrera Infante en el maratón de 48 horas de lectura del Quijote. Cabrera Infante fue el encargado de dar la salida a la masiva carrera (1.400 personas previstas) en un lugar de La Mancha. En la cola, el alcalde Álvarez del Manzano; el director general del Libro, Fernando R. Lafuente; Juan Luis Cebrián, Alfonso Guerra, Gustavo Villapalos, Juan Miguel Hernández León, director del Círculo de Bellas Artes...

Había muchos otros preparados: vía vídeoconferencia, Roma, Lisboa, Manila, Buenos Aires esperaban su turno... Y en la sala de Columnas del Círculo decenas de escolares de los colegios Guatemala y Liceo de Europa, alguna espontánea de avanzada edad... Cabrera Infante tomó el micrófono con acento y deleite caribeño, sin prisa, haciendo las pausas justas. Luego siguieron los otros, breves, ordenados y con bastantes nervios. Hasta que Guerra sacó al actor que lleva dentro. Enfático y mirando mucho al tendido, dio un largo recital. "No sospechaba que fueras tan buen lector", le dijo Cabrera en la foto de familia. Guerra contestó más o menos así: "Soy actor y venía bien entrenado. Hace años que leo pasajes del Quijote a mis hijos y mis amigos". Hacia las dos de la tarde una llamada a las redacciones avisaba: "La ministra está leyendo el Quijote en el Círculo. ¿No van a mandar un fotógrafo?"