El alcalde de Manilva supera la moción de censura que presentó el GIL tras impedir el acceso del tránsfuga

El alcalde de Manilva (Málaga), el socialista Emilio López Berenguer, conserva el sillón municipal, después de superar ayer el debate de una moción de censura, presentada en su contra. López impidió la entrada al Ayuntamiento de un concejal tránsfuga, al que denunció por apoyar la moción a cambio de recibir 6,9 millones del GIL y dejó en minoría a la oposición. El pequeño salón de pleno municipal, con capacidad para 32 personas, se vio desbordado. Hasta siete vehículos de la Guardia Civil y la práctica totalidad de efectivos de la Policía Local de Manilva vigilaban la entrada del Ayuntamiento ante posibles incidentes. El abogado personal de Jesús Gil, José Luis Sierra, acompañado por un grupo de concejales del GIL, logró acceder al ayuntamiento. Otros muchos ediles de esa agrupación por Marbella tuvieron que seguir el pleno desde la plaza del consistorio. El portavoz del GIL, Pedro Tirado, manifestó durante el debate su "enérgica protesta" por impedir López la entrada del edil Antonio Parra. Sierra al término del pleno recriminó el desarrollo de la sesión, al entender que se cometió un abuso de derecho. Calificó de "patraña" el incidente de recusación esgrimido por el PSOE para impedir la participación de Parra y dijo que el alcalde se burla de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que ordenaba al gobierno municipal a debatir la moción de censura presentada el 27 de agosto pasado. Sierra anunció que hoy comunicará ante el TSJA el desarrollo del pleno al que considera ilegal, para mostrarse convencido de que el tribunal ordenará repetir esta sesión. El representante del PP, Francisco Álvarez, que apoya la moción del GIL, acusó a López de incumplir "una vez más" una resolución judicial. Por su parte, el alcalde, que criticó el transfuguismo político, indicó que seguirá adelante la denuncia contra Parra presentada ante el ministerio fiscal por posible corrupción. Acusó también al GIL de intentar comprar a otros concejales para conseguir la alcaldía. "Desde mayo de 1995 todos los ediles somos víctimas de su propuesta de compra", señaló. También acusó a la oposición de usar "artimañas" ante los tribunales.