Heynckes no deja huella

El destino ha querido que por segunda vez esta temorada, Heynckes venga su tierra para pasar una nueva reválida como entrenador del Real Madrid. La prensa alemana conoce y difunde los problemas que padece en el banquillo del Bernabéu y eso a él le da alas. La plantilla del Madrid acepta a Heynckes, pero nada más. Heynckes lo sabe. Como también sabe que la directiva cada vez más desconfía de él. Las relaciones son gélidas. El partido de Vigo, del pasado sábado, ha sido el último punto de fricción. La junta está tan harta de Heynckes que una hipotética eliminación al menos le brindaría una satisfacción: prescindir de él lo antes posible.Heynckes no habla de sus planes para el partido. No entra en si habrá marcaje especial a Möller o a Chapuisat, sólo habla de sus recuerdos. Es alguien que sabe que sus mensajes futbolísticos no dejan ya huella y por eso prefiere hablar de otros tiempos. "Esta mañana les he reunido a todos y les he contado cuando yo era jugador aquí y cuando fui entrenador en el Bayern Múnich. Conozco bien el campo del Borussia y mi experiencia les puede ayudar a saber con quién se van a encontrar".

Aun así, Heynckes cree que sus hombres sabrán aguantar la presión amarilla. "Observo a mis jugadores mucho y les veo preparados. La Copa de Europa es diferente a la Liga, estos son partidos especiales. Sobre todo, para grandes jugadores como los nuestros. La Copa de Europa es una obsesión para todos los estamentos del club. También para los jugadores. Tenemos que aprovecharnos de esa obsesión. Y vamos a salir a ganar".