En Europa la tasa implica reducir la publicidad

El canon por televisor para sufragar las cadenas públicas es habitual en Europa, aunque estas empresas tienen numerosas restricciones publicitarias. España, Luxemburgo y Portugal son de los pocos países donde no se ha instaurado dicha tasa. En el caso de Francia, el Gobierno, en su futura ley de regulación del sector audiovisual, estudia hacer desaparecer la llamada redevance (canon) que paga cada hogar con televisor, exceptuados aquellos en que viven personas de más de 65 años de edad o consideradas inválidas. En la actualidad hay que abonar 700 francos (17.500 pesetas) al año y este ingreso equivale a las dos terceras partes de los que recibe la televisión y la radio públicas. La tercera parte restante se reparte así: un 60% proviene de la publicidad, un 30% de las subvenciones públicas y el 10% la venta de los propios programas.Los más de 11.000 millones de francos (275.000 de pesetas) procedentes de la redevance podrían pasar a recaudarse a partir de una tasa que pagarían todos los hogares sometidos al IRPF. En cualquier caso, el recibir dinero público tiene unas contrapartidas: obligación de producción propia, de programas informativos y culturales, prohibición de interrumpir las emisiones con anuncios, control estricto de los porcentajes de publicidad y respeto de horario y programación.

En el Reino Unido, la BBC financia sus canales públicos de televisión y emisoras de radio con la recaudación de la licencia de televisión. De pago obligatorio para todos los propietarios de aparatos de televisión, vídeo o receptores de satélite, la cuota se fija en el presente ejercicio en 91,50 libras al año ( 22.000 pesetas) por monitor en Color (cerca dé 10.000 pesetas al año por blanco y negro). El impuesto prima a todos los telespectadores, incluidos aquellos que ven exclusivamente canales comerciales vía cable, pero garantiza la ausencia de publicidad en las emisiones de la BBC, el ente público británico.

Los medios audiovisuales públicos de Alemania, dos canales de televisión de ámbito nacional (ARD y ZDF) más los programas regionales y las emisoras. de radio, se financian con un canon que pagan los consumidores. Ver esos programas y escuchar las radios públicas le cuesta al telespectador y radioyente alemán 28,75 marcos al mes (unas 2.500 pesetas). A cambio, los consumidores de la televisión pública alemana apenas se ven molestados por la publicidad, tan solo dos o tres bloques al día, antes de las 20.00 y nunca los festivos.

En Italia, la RAI se financia vía canon (unas 15.000 pesetas anuales por hogar con televisor) y publicidad. Hasta ahora incluso se pagaba un canon por la radio del coche. Su eliminación supondrá una merma de 30.000 millones de pesetas para la RAI.