Cuadra advierte que los GRAPO tienen "muchos kilos de explosivo en reserva''

El miembro de los GRAPO Enrique Cuadra Echeandía, detenido en noviembre de 1996 en relación con el secuestro del empresario Publio Cordón, advirtió ayer que a esta organización terrorista aún le quedan "muchos kilos [de explosivos] en reserva".Cuadra declaró en el juicio celebrado contra él en la Audiencia Nacional por el asalto con explosivos a un furgón blindado en Zaragoza, en abril de 1993, en el que murieron un agente de seguridad y los presuntos grapos Isabel Santamaría del Pino, Pedro Luis Cuadrado Delabat y Valentín Benito Íñigo.

El encausado recordó que él era "partidario de ejecutar" a los vigilantes que custodiaban el furgón "para evitar problemas". De este modo, echó por tierra los esfuerzos de su abogada, Francisca Villalva, por demostrar al tribunal que su cliente sólo acompañó a los asaltantes y que no tenía intención de matar a nadie.

El procesado se negó a responder a las preguntas del fiscal, Jesús Alonso, y del abogado de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), Juan Carlos Rodríguez, también personado como acusación particular en representación de uno de los vigilantes heridos.

Atendiendo a las preguntas de su abogada, Cuadra confesó su participación en el asalto, del que se mostró orgulloso. Además, ejerciendo su derecho a hablar en última instancia, el miembro del GRAPO relató cómo se llevó a cabo el atentado y por qué estallaron los explosivos, de los que dijo que "aún nos quedan muchos kilos".

Ataque al blindado

Según las conclusiones del fiscal y la declaración del propio acusado, éste -junto con el procesado declarado rebelde Fernando Silva, y los fallecidos Isabel Santamaría, Pedro Luis Cuadrado y Valentín Benito Iñigo- decidieron en abril de 1993 atacar un furgón blindado de la compañía Prosegur para robar los fondos de diversos establecimientos de Galerías Primero, en la calle de las Madres de la Plaza de Mayo.Según Cuadra, el plan consistía en neutralizar al conductor para luego acceder al "corazón" del blindado, sin necesidad de utilizar los explosivos de pentrita que portaban consigo. Los terroristas, mediante una plataforma teledirigida, explosionaron un artefacto debajo del vehículo que acabó con la vida del conductor.

A causa del humo que provocó la explosión, otro agente de Prosegur salió del furgón, pero en su huida chocó con Isabel Santamaría, quien en ese momento manipulaba otro artefacto, que cayó al suelo y provocó otra explosión que terminó con la vida de la mujer y de otros dos de los asaltantes. Después, Cuadra cogió las sacas de dinero del furgón, más de ocho millones de pesetas, y huyó.

El fiscal solicitó para Cuadra 105 años de prisión por un delito de robo con homicidio, dos delitos de asesinato en grado de tentativa, dos de lesiones y otro de tenencia de explosivos.