La policía detiene en Madrid a siete orientales por extorsionar a restaurantes y empresas

Para la policía no cabe la menor duda. El crimen organizado chino existe. Prueba de ello fue la detención, hecha pública ayer, de siete supuestos integrantes de dos bandas mafiosas que extorsionaban a empresarios chinos en Madrid.La investigación de estos chantajes se inició tras la denuncia presentada por tres dueños de restaurantes chinos ubicados en el distrito Centro, que habían sido víctimas del acoso de estos supuestos extorsionadores. A todos ellos les habían exigido el pago de cinco millones de pesetas a cambio de protección. Un empresario, sin embargo, se mantuvo firme y se negó a pagar. El primer fruto de su negativa fue una brutal paliza que le llevó al hospital. Tras este ataque, tanto él como los otros empresarios, decidieron romper la ley del silencio.

Con las denuncias en la mano, la Brigada de Extranjería y los agentes de la comisaría de Centro desplegaron un dispositivo de vigilancia en los restaurantes y karaokes de la zona. Uno de los datos que contaban para su investigación era que los mafiosos empleaban en sus desplazamientos un Ford Probe, que siempre dejaban a la puerta de los locales que extorsionaban con el motor en marcha. El pasado lunes de madrugada, el coche fue localizado. Sus ocupantes correspondían con la descripción facilitada por las víctimas. Dos fueron detenidos en un restaurante de la calle de San Bernardo. Los otros tres fueron arrestados en un karaoke de la calle de Los Reyes que les servía de punto de encuentro. En su poder se halló un bate de béisbol y un hacha. Entre los detenidos figuraba Chang Cheng Nan, de 25 años y supuesto cabecilla de la banda. Ésta, que originariamente había actuado en Barcelona, se había trasladado hace tres meses a Madrid. En ese tiempo, según la policía, cometió al menos cuatro delitos de extorsión y otro de lesiones.

En la operación cayeron otros dos chinos que pertenecían a una banda que había chantajeado con un cuchillo jamonero a un restaurante de la calle de San Bernardo.