Dos etarras confiesan que asesinaron a un sargento de la Ertzaintza ante su hijo

Dos activistas del comando Vizcaya, José Luis Martín Carmona y Lourdes Churruca, reconocieron ayer, sin inmutarse, ante el tribunal que les juzga su participación en el asesinato, el 22 de noviembre de 1993 en Bilbao, del sargento de la Ertzaintza Joseba Goikoetxea en presencia de su hijo. A la vez, intentaron exculpar a los cuatro colaboradores de la banda que se sientan con ellos en el banquillo de los acusados. El fiscal pide para los seis un total de 187 años de cárcel.

Las balas que acabaron con la vida de Goikoetxea fueron disparadas por Churruca y otro miembro del grupo, Ángel Irazabalbeitia, fallecido un año después en un enfrentamiento con la Ertzaintza durante la desarticulación del comando, mientras que Martín Carmona fue el encargado de robar y conducir el coche utilizado para cometer la acción y huir del lugar.El fiscal acusa a otros dos procesados, José Antonio Embeitia Ortuondo y Andoni Ugalde Zubiri, de participar en los seguimientos y vigilancias de Goikoetxea; a Ignacio Sánchez Melendo, de proporcionar al comando matrículas falsas para el coche utilizado, y a María Arantzazu Garbayo Ruiz, de cobijar en su casa a los asesinos.

Martín Carmona y Churruca reconocieron ante el Tribunal de la Audiencia Nacional que les juzga haber participado en lo que definieron como "ejecución de un policía de la Ertzaintza", tras "desarrollar" la información que sobre él tenía Irazabalbeitia.

Ambos reconocieron también que robaron el coche -Martín Carmona, en concreto-, que le cambiaron las placas de matrícula, que Irazabalbeitia participó en la ejecución material del atentado y que luego se refugiaron en casa de Garbayo Ruiz, eso sí, sin que ella supiera en ningún momento lo que acababan de hacer.

Intentaron exculpar, también, a los otros tres procesados, asegurando que tan sólo Ugaldi Zubiri colaboró en alguna ocasión con ETA, pero no en este atentado. La misma versión ofrecieron los otros acusados.