Los empleados del astillero Barreras confían aún en paralizar su venta

"Nos han puesto una piedra en el camino, pero la lucha no se acaba aquí". Con estas palabras replicó ayer Xosé Iglesias, presidente del comité de empresa de Barreras, a la decisión del Consejo de Ministros, que ayer autorizó la venta del astillero a la naviera Odiel (50%), las empresas Albacora y García Costa (10% cada una) y los actuales directivos (30%). Los trabajadores, que nada más conocer el acuerdo pusieron fin al encierro que mantenían desde el pasado día 3, preparan movilizaciones en la calle y acciones jurídicas para tratar de frenar el proceso de venta del astillero.

El ministro de Industria, Josep Piqué, destacó el compromiso de mantenimiento de empleo asumido por los compradores de Barreras y justificó la privatizaIción -primera de un astillero público- por las condiciones que impone Bruselas acerca del cese de ayudas al sector en 1998. Piqué resaltó también que del acuerdo de compra (que incluye el pago de 750 millones, más una ampliación de capital de 450 millones y no reparto de dividendos en cinco años) se excluyen los "activos ociosos", es decir, terrenos, lo que evita sospechas de especulación.

La Xunta de Galicia apoya la decisión de Industria. "Comprendo que se opongan algunos líderes sindicales que tenían un poder especial en la empresa pública", ironizó ayer el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, quien señaló que de la venta se beneficiarán el conjunto de los ciudadanos al mitigar el déficit y aumentar la competitividad.