Una generación fabulosa y muy curtida

Para Bulgaria y su fabulosa generación de futbolistas, Francia 98 tiene sabor a última oportunidad. Serán ellos, la vieja guardia (Ivanov, Stoichkov, Penev, Letchkov, Balakov, Kostadinov...), los que tengan que tirar todavía del carro de su selección en este campeonato. Un grupo de treintañeros que maravilló hace cuatro temporadas en el Mundial de Estados Unidos tras barrer de los cuartos de final a la todopoderosa Alemania (aquel 2-1 está grabado con letras de oro en la historia del fútbol búlgaro). Italia les apagó en semifinales un sueno que ahora intentan reeditar y completar.Bulgaria no le sonará a nuevo al combinado de Clemente. En la pasada Eurocopa, también fue su rival en la primera fase. Aunque en su cruce la cosa quedó en empate (1-1), España se clasificó; Bulgaria, no. Precisamente aquel suceso marcó el recambio búlgaro de entrenador. Llegó al banquillo Hristo Bonev, de 50 años, cuyo prestigio procede más de su época como delantero que de su experiencia como entrenador (ha dirigido al Panathinaikos griego y al Apoel Nicosia, chipriota).

La selección de Bonev fue la décima en sellar su pasaporte para Francia 98. Lideró el grupo cinco, por delante de Rusia, Israel, Chipre y Luxemburgo. Kostadinov y Balakov, con cinco tantos cada uno, fueron sus mejores goleadores en la fase de clasificación. Bulgaria destacó por un fútbol ofensivo y abierto, por oficio y experiencia, y, sobre todo, por su inconfundible carácter de siempre. El problema para Bonev será lograr formar un clima amigable en un grupo demasiado acostumbrado a las convulsiones y con un extenso historial de enfrentamientos con su propia federación.

Palmarés en Copa del Mundo: Séptima participación (1962, 66, 70, 74, 86, 94 y 98). Concluyó cuarto en Estados Unidos 94.

Equipo base: Zdravkov o Mihailov; Kishishev, Ivanov, Ginchev, Ivailo Petkov; Letchkov, Borimirov, Yankov, Balakov; Kostadinov y Stoichkov.