Perplejidad ante el anticipo marroquí del día de la consulta saharaui

El anuncio de la fecha de celebración del referéndum en el Sáhara occidental para el 6 de diciembre de 1998 hecho por los medios de información cercanos al Gobierno marroquí el pasado domingo ha causado cierta perplejidad en círculos políticos y diplomáticos en Rabat. La precipitación con la que los medios de información han fijado la fecha de la consulta es vista por diplomáticos occidentales en Rabat como una forma indirecta de presión sobre las Naciones Unidas, principal responsable de la consulta.

La agencia MAP, que recogía unas declaraciones atribuidas al ministro del Interior, Dris Basri, anunció como definitiva la fecha "después de un periodo transitorio de 17 semanas". El periódico oficialista, Le Matin, y los medios audiovisuales han retomado la in formación en forma destacada.

La oficina del representante de la ONU en El Aaiún, Erik Jensen, ha afirmado que hasta el momento "no hay fijada ninguna fecha para la realización del referéndum", y que la anunciada obedece estrictamente a "cálculos técnicos" hechos sobre la base de los periodos previstos para las diferentes fases previas al referéndum.

En cualquier caso, tal como ha quedado consignado en los acuerdos de Houston firmados entre el Polisario y el Gobierno marroquí, la decisión de convocar el referéndum "está única y exclusivamente conferida a la autoridad de la ONU" y personificada en el representante especial del secretario general, quien decidirá la fecha. Ni Marruecos ni el Polisario pueden decidir el Día D.

El Polisario ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional, incluido el Consejo de Seguridad de la ONU, para que se apliquen los acuerdos de Houston. En un comunicado fechado en Argel el domingo, el Polisario considera que "el respeto y la aplicación estrictos" de los acuerdos es la garantía para organizar un referéndum libre, transparente, y justo.