La boda, su último trabajo

Pilar Miró vivió la boda casi más intensamente que los novios. La directora se enclaustró en la catedral de Barcelona durante 15 días, aunque desde el verano visitaba mucho el templo. El enlace de Cristina de Borbón con Iñaki Urdangarín el pasado día 4 fue su último trabajo. De él se sentía especialmente orgullosa. Había logrado salvar todas las dificultades, y fueron muchas.

Era su segunda boda real y aunque contaba con la experiencia del enlace de la infanta Elena todo era muy diferente. Miró libró batallas desde el primer día. Los gestores de RTVE intentaron que no fuera la responsable del operativo. Pero el apoyo de la familia y el excelente resultado de Sevilla derrotaron a los otros candidatos.

La directora se mostró "horrorizada" por el fenómeno destacado tras la muerte de Diana de Gales. "Todavía estoy sorprendida de que una ceremonia funeraria se haya convertido en el mayor espectáculo del mundo", dijo. Era su manera de advertir que la información que iba a ofrecer respetaría por encima de todo la intimidad de los novios.

Y así fueron las imágenes que TVE envió a 65 canales de todo el mundo y que fueron seguidas por 1.000 millones de espectadores. Miró, al frente de 25 unidades móviles, 160 cámaras y 500 técnicos, ofreció una retrasmisión sobria, en la que la catedral gótica y la música fueron más protagonistas que el trasiego de invitados o las confidencias de los novios. Fue su última boda real, aunque ella ya preparaba en sueños la del príncipe Felipe. "Ésa sí que va a ser complicada".