Flotas en dique seco

En los puertos gallegos se desembarcan 500.000 toneladas de pescado al año, más de la mitad de la producción nacional. Pero nada detiene el progresivo declive de este sector, del que en Galicia dependen unos 90.000 empleos.El grueso de la producción procede de mares ajenos, incluyendo como tales los europeos, donde la flota tropieza con restricciones específicas desde 1977. Ya no se puede operar con seguridad ni en aguas internacionales, como demuestra la guerra del fletán con Canadá, en 1995, o el actual apresamiento del congelador Arpón por patrulleras argentinas.

Los pescadores gallegos navegan por el derrotismo, barruntando el naufragio de empresas y del propio sector. "Nos echan de todas partes para que entren otros", resume José Antonio Torres, armador de un buque amarrado por la parada biológica impuesta en el banco canario-sahariano.

De poco ha servido que las flotas de altura y gran altura se redujeran a la mitad. Las dificultades de acceso a los caladeros, el aumento de los costes de explotación y la congelación de los precios desde hace 10 años -por la irrupción del pescado de otros países, los dueños de los caladeros- las están clavando en dique seco.