Bardem ataca de nuevo

Bardem es uno de los clásicos del cine español de los años cincuenta. Autor de Muerte de un ciclista, Calle Mayor, Nunca pasa nada, al final de la dictadura, cansado de luchar con la censura, se pasa al cine comercial sin interés. Con la democracia vuelve al más directo y tosco cine político con El puente y Siete días de enero, que de muestran que su concepción del cine ha envejecido mal.Tras rodar en Bulgaria el panfleto hagiográfico La advertencia, se dedica a la escritura, producción y dirección de series de televisión hasta que 15 años después regresa al cine con Resultado final. Realizada con limitados, pero bien empleados medios, trata de resumir los últimos 20 años de la historia de España a través de la vida de una bellísima mujer, hija de un diplomático español y una norteamericana.

Mientras María José se viste en su habituación para ir a recoger los resultados de unos importantes análisis médicos, oye viejas canciones y recuerda su vida. Dividida entre sus amores con un joven e idealista comunista, interesado por el cine, lo que permite a Bardem utilizar parte del material clandestino rodado durante los años de la transición política, y su matrimonio con un ambicioso socialista, lo que le vale para hacer un duro ataque contra el PSOE y sus escándalos financieros.

Más cerca de su tosco cine político de la etapa de transición que de sus mejores y más conocidas políticas, Resultado final es una obra llena de citas, desde el propio Bardem hasta Pablo Neruda, pasando por T. S. Elliot y Casablanca.

Buena parte de su metraje se consume en mostrar documentales rodados en la clandestinidad y el atractivo cuerpo de Mar Flores, a la que no consigue desnudar, pero en ningún momento logra dar un contenido dramático a la historia ni una explicación política a los acontecimientos que se relatan.

Resultado final tiene dos atractivos muy diferentes. Dada la cada vez mayor despolitización del cine español, resulta curioso el ataque contra el PSOE, y supone el descubrimiento de Mar Flores, una modelo de gran belleza, que tiene una fuerte presencia en la pantalla y también algunos problemas de voz en las escenas más dramáticas.

La distancia que separa Muerte de un ciclista de Resultado final es la que hay entre un joven Bardem dedicado a atacar a la dictadura con una buena película y un maduro Bardem más interesado en arremeter contra el PSOE en la oposición que en hacer un atractivo trabajo.