Milosevic advierte, que si gana la oposición peligrará la paz en Serbia

Las elecciones legislativas y presidenciales que se celebran hoy en Serbia parten con el boicoteo de una parte de la oposición, lo que ofrece a los socialistas del presidente de la nueva Yugoslavia, Slobodan Milosevic, una ocasión inesperada de aumentar su poder. Milosevic advirtió al cierre de la campaña electoral que "las elecciones tienen una importancia histórica para salvaguardar la paz". "Todo dependerá de si los ciudadanos sostienen a los que han sabido luchar por la paz durante siete años o si votan a la oposición", señaló el máximo inspirador de la guerra en Bosnia-Herzegovina.Hace seis meses, el Partido Socialista (SPS) de Milosevic tenía que hacer frente a cientos de miles de manifestantes que exigieron durante 88 días en las calles que reconociera la victoria de la oposición en las municipales celebradas el 17 de noviembre de 1996. Milosevic, que no podía ser candidato a un tercer mandato por imposición constitucional, logró introducir la discordia en el seno de Zadejno (Unidos), la coalición opositora, y colocó a su delfín Zoran Lilic como candidato a la presidencia serbia, mientras él se convertía, en julio pasado, en presidente de la República Federal de Yugoslavia, que comprende Serbia y Montenegro.

Por otra parte, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), informó a las autoridades yugoslavas del nombramiento del ex jefe del Gobierno español Felipe González como su representante en Belgrado hasta diciembre próximo, subrayaba ayer el diario liberal Nasa Borba, proclive a la oposición serbia.

Según medios diplomáticos locales, no se espera una llegada inminente de González con motivo de las elecciones que se celebran hoy. El compromiso de González con Yugoslavia sería más amplio y constituiría la continuación de su misión en diciembre pasado, cuando medió con éxito entre la oposición y el Gobierno serbio. El informe que preparó entonces el dirigente del Partido Socialista Obrero Español es la base de la democratización que la OSCE exige a las autoridades serbias.