'La bohème' en homenaje a Miguel Fleta

Una buena Bohème aseguró la brillantez inaugural del 46º Festival. Además, los ciclos de la capital cántabra han ejercitado el don de la memoria para recordar el centenario de Miguel Fleta, uno de los más grandes tenores de la historia, que cantó Bohème en las últimas jornadas operísticas del Teatro Real. No estaría de más que los "padrinos" de teatro lírico madrileño se acordasen también de un aniversario de tanta significación a través de una obra predilecta de todos los públicos.

En nuestro tiempo, la Mimí de Mirella Freni constituye un Mito desde que en unión de Karajan y Zeffirelli la representara en la Scala primero y la filmara después. Apuntar siquiera que Mirella es menos joven que hace 20 años constituye una innecesaria obviedad. Más importante es resaltar que canta igual o mejor que nunca, pues si las voces sufren la erosión del tiempo, el talento y la sensibilidad ganan muchos grados, como si fueran buenos vinos de reserva. Disfrutamos así en esta representación con el arte ejemplar de la Freni, con su cantabilidad extraordinaria, su precioso fraseo y su pálpito conmovedor.

Tuvo Mirella Freni a su lado a un Rodolfo joven y gallardo, el que hace el palermitano Vincenzo La Scola, y en torno al barítono americano Dwayne Croft, premio Richard Tucker el año pasado, y al excepcional bajo búlgaro Nicola Ghiaorov, un maestro de voz y línea tan nobles como particularmente afectivas. Sólo la Musetta de Barbara Daniels, de Ohio, desentonó del conjunto en lo vocal y en lo teatral al seguir la vieja tendencia de caricaturizar el personaje.