Nueva polémica en Perú por la fecha de nacimiento del presidente Fujimori
Si la semana pasada la pregunta era ¿dónde nació Fujimori?, la nueva duda es ¿cuándo nació? El semanal peruano Caretas publicó el reportaje en el que mostraba la partida de nacimiento del presidente peruano en la parroquia de Santa Ana de Lima, con un borrón en el apartado referente al lugar de nacimiento, y que dio lugar a que se cuestionase que Fujimori nació en Perú. En el número de esta semana Caretas abre un nuevo interrogante sobre la fecha de nacimiento.
Bajo el título Afinando la pregunta la revista publica una foto de dos niños: Alberto Fujimori, con la fecha de 28 de julio de 1938, y su hermano Pedro, con la del 24 de octubre de 1940. Si estas son las fechas de su nacimiento, "la diferencia entre ambos sería sólo de dos años, dos meses y 26 días. ¿Ésa es la diferencia que muestran las fotos?", dice Caretas.A partir de un retrato de la familia Fujimori, la revista hace una serie de conjeturas sobre la relación entre la estatura y la edad de Alberto. Para ello, recurre a las estadísticas del Handbook of Biological Data, publicado por la Academia Nacional de Ciencia de EE UU en 1957, según el cual "la talla promedio de un niño japonés de 3 años era de 91 centímetros y la de 4 años, de 98 centímetros. En los años treinta estos índices pudieron ser menores", escribe Caretas.
Estas estadísticas, junto a datos sobre crecimiento y desarrollo de la UNICEF, indican, según la revista, "crecimientos anuales de alrededor de 6 centímetros entre los 4 y los 13 años. Si se observa la diferencia entre Alberto y Pedro en la foto que posan solos, ésta es más de 12 centímetros y se acerca a los 18". "En otras palabras", concluye Caretas, "Alberto bien pudo haber nacido antes, en 1937 y no en 1938". En resumen, la nueva hipótesis es que Fujimori nació en Perú, pero su padre lo inscribió tarde por dificultades.
Caretas admite que los argumentos esgrimidos por el abogado Sandro Fuentes, que actúa en representación de la familia Fujimori "son de altura y sería majadero ignorarlos". Sin embargo, la polémica no cesa. El gobierno local de Kawachi, en Japón, de donde son originarios los Fujimori, se ha negado a publicar el registro familiar acogiéndose al derecho a la intimidad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Milei consigue la aprobación de su primer presupuesto en el Congreso
Los incendios alimentados por el calentamiento global disparan la factura de la crisis climática entre las 10 catástrofes más costosas del año
“La fiesta electrónica más grande del mundo”: horario y artistas invitados para los festejos de fin de año en Ciudad de México
Tailandia congela las cuentas de Anne Jakrajutatip, socia de Raúl Rocha Cantú en Miss Universo
Lo más visto
- Acuerdo en Villamanín por el Gordo sin repartir: la comisión de fiestas cede más de dos millones por la paz del pueblo
- Maisa Hens, cantante: “Gracias al anuncio de El Almendro no tuve que volver a hacer un ‘casting”
- Junqueras avisa de que la recaudación del IRPF es “imprescindible” para negociar los presupuestos de Sánchez e Illa
- Timothy Morton, activista: “Estados Unidos es un gigantesco campo de concentración”
- La obsesión de Trump por poner su nombre a todo carece de precedentes en Estados Unidos




























































