Un hombre se defiende con su mochila de un atracador armado con una escopeta

Fue un acto de inusitado arrojo urbano.. Un hombre de 38 años, que caminaba hacia las seis de la mañana de ayer, domingo, por la calle del Doctor Esquerdo hizo frente a dos atracadores arma dos con una escopeta de cañones recortados con un arma bien des igual: una pequeña mochila que llevaba a la espalda. La escopeta llegó a dispararse en el transcurso del forcejeo, aunque el proyectil impactó en un balcón cercano sin ocasionar daños personales. Al final, los atracadores lograron rehacerse y culminar el acto delictivo, con un botín bien exiguo: una riñonera que contenía algún efecto personal y poco más de 2.000 pesetas.La escena se desarrolló con gran rapidez a la altura del número 7 del Doctor Esquerdo, poco antes de la amanecida. El hombre de la mochila, al que acompañaba una mujer de 31 años, apenas tuvo tiempo de comprobar cómo un Opel Kadett de color rojo se detenía bruscamente a su altura. Al instante, dos hombres jóvenes les estaban encañonando a la clásica voz de "esto es un atraco".

Pese al arrojo del viandante, los pistoleros lograron intimidar en último término a la pareja y sustraerles lo poco de valor que llevaban encima. Concluido el robo, se dieron a la fuga.

Acción desproporcionada

La comisaría de Ventas se ha hecho cargo de' las investigaciones. A media tarde de ayer, no obstante, las víctimas no habían llegado a formular denuncia sobre lo sucedido. Un portavoz de la Policía Municipal mostró su perplejidad por la "desproporción" entre lo aparatoso del atraco y el escaso botín obtenido."Al verlos con mochila y riñonera, los atracadores quizás llegaran a pensar que sus víctimas eran extranjeros y que llevarían más dinero encima", lucubró este portavoz.

La noche fue, por lo demás, pródiga en sucesos, contra lo que es norma en estas jornadas tórridas y solitarias de asueto estival. En el número 39 de la calle de Clara del Rey, una vivienda de la cuarta planta fue pasto de las llamas poco antes de la medianoche por causas aún desconocidas. El apartamento siniestrado se encontraba vacío, si bien un vecino del inmueble resultó herido leve al caerse por las escaleras cuando huía del edificio, presa de un ataque de pánico. El piso del quinto también sufrió los efectos del fuego.

Ocho horas después, la policía detenía a un joven colombiano, Ricardo R., que resultó herido en una reyerta ocurrida en el interior del número 19 de la calle de Santa María, inmueble situado muy cerca de la plaza de Antón Martín.. Ricardo presentaba una herida punzante en la espalda, en una pelea en la que los vecinos pudieron oír varios disparos. Los agentes encontraron una pistola escondida en el cuarto piso del inmueble.