Once empresas de autobuses ponen en marcha, las instalaziones de la nueva estación Sur

Once empresas de autobuses empezaron a funcionar ayer en la nueva estación Sur, en la calle de Méndez Álvaro. Otras 25 empresas ocuparán a partir de hoy esta nueva estación, que sustituye al arcaico y gris edificio de Palos de la Frontera (mañana mismo cerrara sus puertas al público). En el primer día de servicio de la estación, viajeros, jubilados y numerosos curiosos contemplaron las relucientes instalaciones y los locales comerciales vacíos, mientras recorrían los largos pasillos de una construcción que ha costado 3.000 mulones de pesetas.

Eran las 6.30 de ayer cuando un autobús de la línea Madrid-Toledo inauguraba estas inmaculadas instalaciones. Aunque más de la mitad de las taquillas estaban cerradas, las primeras colas comenzaron a formarse en torno a algunos puntos al mediodía.Curiosos, viajeros y un número elevado de jubilados hacían balance de lo visto. La satisfacción era general, aunque con matices. "Llevo desde las siete de la mañana de pie y no puedo ni tomarme un café porque la cafétería, está cerrada", protestaba con resignación un viajero a la una de la tarde. Una joven estudiante aseguraba no haber visto lavabos en la planta de las taquillas, mientras un hombre de mediana edad alertaba de los posibles atascos a partir de las cinco de la tarde en la M-30, a la que acceden directamente los autobuses a la salida de la estación.

Una pequeña papelería de la planta principal era el único negocio abierto. "La estación es una pocholada, mucho mejor que la antigua; lo que pasa es que es el primer día y todo está muy desordenado", comentaba su dependienta.

"Ya vendrán los cacos, ya"

El jefe de estación, Félix Villa, destacaba el poco movimiento de la mañana. "La consigna está vacía y sólo viaja una media de 20 viajeros por autobús, pero a partir del jueves esto ya estará al l00%", comentaba Villa. Fuentes municipales tienen revisto que casi 30.000 personas pasen diariamente por la nueva estación, con una capacidad de 1.300 autobuses diarios.

La vigilancia es uno de los aspectos más, destacados. Miembros de la Policía Municipal, Cuerpo Nacional de Policía y servicio privado de seguridad, comenzaron ayer a encargarse de la vigilancia de las instalaciones. En su primer día de funcionamiento no hubo robos ni ningún tipo de altercado, aunque comentaba Villa: "Ya vendrán los cacos, ya".

Julián Martín, chófer de autobús, se mostraba convencido de que "se va a ganar mucho tiempo en los viajes, porque la entrada es por la M-30", aunque se lamentaba de que "debería haber más dársenas: 65 son pocas" . Sin embargo, Martín afirmaba: "Esta estación es de mejores de Europa".

Las obras han costado 3.000 millones de pesetas, de los cuales Ayuntamiento de Madrid puesto 1.700 millones. El resto ha corrido a cargo de la empresa privada Esamsa, encargada de la explotación de la estación.