El despertar del consumo privado

El informe anual del Banco de España pone de relieve el despertar el consumo privado en los primeros meses del año. Y es que la desaceleción de los precios y los descensos experimentados por los tipos de interés suponen un estímulo para los distintos componentes del gasto de los consumidores que, ante las mejores expectativas sobre la evolución de la economía y de sus rentas, están dispuestos a acometer mayores compras, aun a costa de reducir la tasa de ahorro".El informe no cuantifica el ritmo de crecimiento del consumo privado en estos momentos, que varios servicios de estudios sitúan en el entorno del 2,4%-2,5%. "Aunque la inversión en capital fijo mantiene ritmos de variación interanual prácticamente nulos, similares a los de finales de 1996, los indicadores de consumo privado han adquirido, en términos generales, una evolución más entonada conforme avanza el año", señala el informe.

En cuanto a la demanda interior, el Banco de España estima que durante el primer trimestre de 1997 alcanzó una tasa de aumento interanual del orden del 1,7%, superando la ligera desaceleración que se produjo a lo largo del año pasado.

El informe subraya que "la combinación de políticas instrumentadas está permitiendo que la economía española continúe avanzando durante al año actual por una senda de recuperación moderada, pero sostenida, que está teniendo lugar en un clima de creciente estabilidad".

Sistemas de control

La adaptación del sistema bancario español a los retos de la unión monetaria exige que las entidades financieras refuercen la eficacia de los sistemas de control interno, señaló Rojo, quien subrayó que la introducción del euro dará un fuerte impulso a los procesos de innovación y competencia en el sector.La desaparición del riesgo de cambio y la reducción de los costes de operaciones derivadas de la moneda única eliminarán algunas de las últimas barreras del sistema bancario europeo y cabe esperar que se intensifiquen las presiones competitivas sobre los intermediarios financieros españoles.

Rojo piensa que el sistema bancario español afronta este reto desde una favorable posición de partida, puesto que la morosidad ha venido descendiendo desde 1995 y ello ha permitido que el grado de saneamiento alcanzado por las carteras de las entidades de crédito se sitúe en un nivel que considera satisfactorio. También valora como positiva la contención de los gastos de explotación de los últimos años y que resulta imprescindible para aproximar los costes operativos de los intermediarios bancarios españoles a los de sus competidores europeos.