70 artistas abren sus talleres al público en Barcelona

Acercar al público el proceso de producción de una obra de arte y, de paso, conseguir una vía de exhibición alternativa a los restringidos circuitos convencionales. Estos son los principales objetivos con los que, desde hace varios años y durante unos días concretos, numerosos artistas de Barcelona abren sus talleres a todo aquel que quiera conocerlos.La iniciativa, titulada con el inequívoco nombre de Tallers Oberts (Talleres Abiertos) se desarrolla durante todo este fin de semana en el barrio barcelonés de Poblenou, y permite la visita a los estudios de 70 creadores plásticos de la zona.Éste es el segundo año que los artistas del barrio se animan a desarrollar la iniciativa, atractiva para un público compuesto básicamente por otros creadores, amantes del arte y, en menor medida, curiosos que no dejan perder la oportunidad de. introducirse en un espacio tan íntimo. La mayoría de los talleres están situados en edificios que, hasta hace pocos años, acogieron toda suerte de fábricas y naves industriales. La emigración de estas empresas hacia otros lugares dejó vacías inmensas superficies que los artistas han ido alquilando a un precio económico.

Cuando los creadores de esta zona se animaron a participar en la iniciativa, los del distrito de Ciutat Vella (el casco antiguo) llevaban ya tres años de rodaje. En 1993, los artistas de este barrio decidieron copiar una actividad que ya se llevaba a cabo en- otras ciudades europeas. Desde entonces, abren sus talleres durante dos fines de semana seguidos, los dos anteriores a los escogidos por los artistas de Poblenou.

En este barrio la iniciativa consta de numerosas actividades complementarias. Una, de las más atractivas, bautizada como Quam Free Zone, permite ver bajo un mismo techo, en una inmensa nave de 1.500 metros cuadrados, el trabajo de más de 40 artistas. Pintura, instalación, videocreación, escultura y fotografía son los reyes de una oferta que, siempre dentro de los cánones del arte más actual, tiene entre sus rasgos distintivos los de la preocupación por la propia identidad y la autopercepción.