Rojo afirma que España estará desde el inicio en la unión monetaria

El gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, se mostró ayer convencido de que España participará en la unión monetaria desde el principio y de que el proyecto no sufrirá un retraso ni se pondrá en marcha con una interpretación flexible de los criterios de convergencia. Rojo descartó que España pueda ser forzada a integrarse más tarde en el euro "por razones políticas" y negó que los posibles futuros ajustes de la economía sean más fáciles fuera que dentro de la moneda única.

El máximo responsable de la política monetaria española clausuró el seminario La transición a la moneda única organizado por el Consejo Económico y Social (CES) e hizo especial hincapié en la necesidad de asegurar el carácter sostenible de la convergencia. "No vale sólo con hacer un sprint para llegar a la meta de la unión monetaria; lo importante es" mantener la estabilidad una vez dentro del euro", afirmó.Aunque los mercados financieros están premiando ya las altas posibilidades de España de participar en la moneda única, Rojo advirtió del peligro de contagiarse de la euforia, "enemiga del esfuerzo y la prudencia", dijo. Agregó que España debe aprovechar las buenas condiciones económicas actuales, "mejores que las de algunos de los países clave para poner en marcha la unión monetaria", con el fin de garantizar la estabilidad más allá del ingreso en el euro.

Defendió la necesidad de dar más flexibilidad a la economía para evitar ajustes dolorosos. "Los trabajadores deben abandonar la llamada ilusión monetaria con respecto al tipo de cambio", dijo, en referencia a la posibilidad de devaluar la moneda para ganar competitividad, una medida imposible de aplicar si se participa en la moneda única.

El gobernador dijo que esas devaluaciones provocan una "espiral inflacionista" que obliga a subir los tipos de interés y frena el crecimiento. Rojo considera muy improbable que se produzca un retraso en la puesta en marcha del euro, "dada la inversión política hecha en el proyecto" y el coste que tendría en el crecimiento de Europa la inestabilidad cambiaria y monetaria que se desataría a raíz del aplazamiento.

El gobernador descartó con rotundidad la posibilidad de que un país que cumpla los criterios pueda quedar fuera del euro "por razones políticas", en referencia a los rumores sobre planes de algunos países centroeuropeos para posponer la incorporación de ltalia y España.