Chirac sella en Pekín una relación "especial" franco-china

Francia y China decidieron ayer anudar una "relación especial", que se plasmará en una cumbre anual entre sus jefes de Gobierno. Fue el primer resultado de la visita que inició en Pekín el presidente francés, Jacques Chirac. El buen ambiente entre Chirac y el presidente chino, Jiang Zemin, se fraguó con un cruce de regalos: Jiang firmó un contrato de compra de 30 aviones Airbus, por valor de 1.500 millones de dólares (214.000 millones de pesetas); y Chirac anunció una "nueva actitud" francesa, marcada por la condescendencia en relación a los derechos humanos.

El giro francés en lo referente a los derechos humanos ya se había plasmado el pasado mes de abril, en Ginebra. Francia se negó, pese a las presiones de EE UU, a firmar una resolución de la UE que condenaba las vulneraciones de los derechos humanos por parte del régimen chino. Jiang Zemin agradeció ayer públicamente el gesto de Chirac, alabando su decisión de "preferir el diálogo a la confrontación". El lugar donde se encontraron los dos dirigentes fue altamente simbólico: la plaza de Tiananmen, donde en 1989 fue sangrientamente aplastada una rebelión estudiantil que exigía la democratización del régimen.Chirac calificó su visita oficial de "enormemente importante desde un punto de vista político y estratégico". Francia había permanecido relativamente alejada de China desde 1983, cuando el entonces presidente François Mitterrand realizó un viaje a Pekín que no tuvo continuidad. La venta de cazabombarderos Mirage a Taiwan, en 1993, complicó las relaciones bilaterales y al año siguiente fue necesario un acto de conciliación" protagonizado por el primer ministro, Édouard Balladur, que acudió a China al frente de una nutrida delegación empresarial.

En esta ocasión, Jacques Chirac también ha subrayado el aspecto económico de su iniciativa. El presidente francés viaja acompañado de 55 grandes empresarios de todos los sectores, deseosos de hacerse un hueco en el incipiente pero inmenso mercado chino. Hasta el momento, sólo la industria nuclear y la de construcción han conseguido contratos de importancia. Pese al predominio económico en la agenda del viaje, éste concluirá con una declaración política conjunta en la que, según la portavoz presidencial, "se hará mención a los derechos del hombre".