Un fiasco

No dio mucho de sí la corrida que en honor de la Virgen de los Desamparados se lidió en este sufrido coso. Se vieron en corrales hasta 22 toros para que, al final, los elegidos dieran al traste con las ilusiones de tres toreros de la tierra. Sobre todo de Tomás Sánchez que, desde ayer, ya es matador. Pero no pudo celebrar con triunfo su doctorado. En su primero, un manso de aburrir, además sufrió un dramática voltereta. Lo mató de estocada. Con el sexto, el más gordo del encierro, estuvo valeroso. Al alimón con Blázquez, banderilleó con acierto. La pena es que con el mejor astado que pisó el albero falló a espadas.El Califa tuvo la suerte de cara con su primero. Aguantó la corta embestida y se lució con la izquierda, mató bajito pero le valió la única oreja.

Pechó Víctor Manuel Blázquez con dos mansotes que derrotaban feamente. Tan sólo pudo banderillear con derroche de energías y emoción, y eso no da contratos. Otra vez será.