González afirma que no le sorprendería que Gómez de Liaño intentara implicarle en el 'caso Lasa y Zabala"

El ex presidente del Gobierno Felipe González pide a los jueces que tengan vocación política que abandonen la toga y ejerzan como políticos con todas las consecuencias. "Hay jueces que hacen política a través de sus actuaciones judiciales y eso es una perversión del sistema democrático", sentenció. El poder de cualquier juez o magistrado se le antoja a González inmenso dado que tiene "el arma impresionante" de "meter en la cárcel" y quitar honra y libertad. No le extraña a Felipe González que el magistrado Javier Gómez de Liaño intente imputarle en el caso Lasa y Zabala.El líder socialista no habló espontáneamente del juez Gómez de Liaño, sino que en el programa La ventana de la Cadena SER se le preguntó sobre algunas informaciones que apuntan a que este magistrado iba a relacionarle con el caso Lasa y Zabala. "No me extrañaría nada que así lo decidiera, pero no me inquieta", dijo. En los últimos análisis internos del PSOE se advierte de esta posibilidad., que los socialistas basan en la lectura de artículos de determinados medios de comunicación.

Aunque González habló ayer de manera distendida durante una hora en el programa de Javier Sardá, tornó su tono de broma en severo al referirse a "algunos jueces". El líder socialista dio por supuesto que algunos miembros de la carrera judicial no tienen vocación' para estar en los puestos que ocupan, ya que sus intereses son políticos. Como ejemplo citó al magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo José Luis Manzanares. "Ha hecho política y sigue haciendo política, y aunque dice que no se mete en determinados temas, opina sobre ellos y lo que me está diciendo es que ya me esperará", señaló. Según González, José Luis Manzanares se dio por aludido cuando calificó a algunos jueces de "descerebrados". "Se lo agradezco, me ha facilitado la tarea".

El líder socialista insistió en que la desclasificación de los papeles del Cesid no le inquietan personalmente. "Hay consigna para, decir que estoy nervioso e inquieto, pero prefiero pagar ese precio a que dentro de unos años me reprochen: que no advertí de los riesgos que supondría poner en peligro la seguridad del Estado", argumentó.