Tres muertos y un herido grave a causa de una explosión pirotécnica en Orense

Tres personas perdieron la vida anoche al explotarles unos artefactos pirotécnicos con los que estaban realizando pruebas en un descampado de Orense. Tan sólo uno de los cadáveres ha podido ser recuperado, ya que la violencia de la deflagración des trozó los cuerpos de las otras dos víctimas mortales y diseminó sus restos en el lugar del siniestro. Una cuarta persona sufrió heridas graves.Las víctimas son el propietario y tres empleados de la empresa de pirotecnia Josman, que en los últimos años ya había sufrido otros dos accidentes. El más grave se produjo en 1987 en la localidad orensana de Cambeo y en él fallecieron siete personas.La explosión ocurrió sobre las 22.30 y pudo ser oída en toda la ciudad, lo que causó gran alarma entre los vecinos, algunos de los cuales pudieron ver incluso el fogonazo desde considerable distancia. Las víctimas habían acudido en un vehículo todoterreno de la empresa a un lugar a orillas del río Miño, junto al campo de la feria de Reza, una zona rural del extrarradio de la ciudad. Tras aparcar su automóvil a apenas unos 400 metros de las casas más próximas comenzaron a realizar pruebas con material pirotécnico.

Sin identificar

De momento no se han podido precisar las causas de la explosión. Tampoco se había logrado identificar al cierre de esta edición el único cadáver rescatado, perteneciente a un hombre del que solo se sabe que se llamaba Pepe. Sí se conocen los nombres de los desaparecidos, Manuel Cabo Requejo, propietario de la empresa, y un pariente suyo, Efigio Rodríguez Reza. Los cuerpos de ambos estaban siendo buscados de madrugada en el fondo del río por equipos de submarinistas aunque se temía que hubiesen quedado completamente destrozados por la explosión.El herido, Valentín Raposeiro Carreiro, fue trasladado a la unidad de quemados del hospital Juan Canalejo de La Coruña. Raposeiro estaba consciente y pudo relatar a la policía algunos detalles del suceso y facilitar la identidad de las otras víctimas.

Tanto el gobernador civil de Orense Jesús de Juana como el alcalde de la ciudad Manuel Cabezas declararon que no tenían constancia de que la empresa hubiese solicitado autorización para realizar pruebas a cielo abierto.