Debilidad ante 'los indomables'

El traslado del fiscal jefe de la Audiencia Nacional, José Aranda, decidido por el fiscal general del Estado, Juan Cesáreo Ortiz Úrculo, respondió a su falta de autoridad por no haber podido o sabido atajar los enfrentamientos con algunos de sus subordinados, especialmente con los fiscales Ignacio Gordillo y María Dolores Márquez de Prado, a los cuales se les abrieron sendos expedientes de traslado.El propio Aranda había reconocido que su relación tanto con Gordillo como con Márquez de Prado, unida sentimentalmente al juez Javier Gómez de Liaño, venía a constituir en la realidad un enfrentamiento permanente.

Sin embargo, el informe de la Inspección de la Fiscalía no proponía la adopción de ninguna medida contra Aranda, sino tan sólo contra Gordillo y Márquez de Prado, así como contra sus compañeros Pedro Rubira y Eduardo Fungairiño, cuyos expedientes se están tramitando ya. Todos ellos, conocidos como los indomables, han declarado ya ante los instructores.

Según el artículo 40.1 del Estatuto del Ministerio Fiscal, los miembros de la carrera fiscal pueden ser trasladados "por disidencias graves con el fiscal jefe respectivo por causas a aquéllos imputables".

En medios próximos a Aranda, la determinación de Ortiz Úrculo fue considerada como un mazazo, lo que descartaba la posibilidad de una salida pactada.