Aznar anuncia para antes de fin de año la cumbre hispano-portuguesa

El presidente del Gobierno español, José María Aznar, afirmó ayer en Évora que "Portugal y España tienen intereses y ambiciones comunes" que irán desarrollando en el futuro e informó a continuación de que la cumbre anual hispano-portuguesa se reunirá antes de fin de año en tierras lusitanas para analizar los problemas pendientes.Aznar y el primer ministro portugués, el socialista Antonio Guterres, que pasaron el fin de semana juntos en el Alentejo, pretenden institucionalizar sus contactos personales para impulsar las relaciones entre los dos países como ya hicieran en el pasado el conservador Cavaco Silva y el socialista Felipe González.

Ninguno de los dos jefes de Gobierno quiso precisar el contenido concreto de sus conversaciones durante estos días. Guterres explicó que los dos Ejecutivos van a trabajar "intensamente" para desarrollar sus "relaciones" y resolver sus "problemas" mientras que Aznar añadió que este primer encuentro informal, calificado por ambos de "simpático y útil", ha servido para "encarrilar" los asuntos pendientes.

Conflictos comunes

Fuentes próximas a los dos gobernantes informaron que Guterres y Aznar pasaron revista a los conflictos comunes, como la pesca, el plan hidrológico, el embalse de Alqueva y la futura posición de España en la estructura militar de la OTAN. Asimismo, indicaron, ambos analizaron sus posturas con vistas a la entrada en la moneda única europea, la penetración en Suramérica y los intercambios económicos.Aznar expuso a Guterres el problema que sufre España con el terrorismo de ETA, fenómeno no muy bien conocido en el país vecino, donde actualmente se encuentra encarcelado el supuesto activista José Luis Telletxea Maia, reclamado por la Audiencia Nacional. Telletxea Maia fue juzgado la semana pasada por el supuesto uso de documentación falsa cuando pretendía salir de Portugal con dirección a Venezuela y está previsto que la sentencia sea anunciada precisamente hoy por un tribunal de Lisboa.

Por otra parte, Aznar y su esposa, Ana Botella, fueron recibidos a mediodía del sábado por el matrimonio Guterres en la Pousada da Rainha Santa Isabel, en Estremoz. Tras el almuerzo, se trasladaron a una finca para ver una exhibición de caballos portugueses y posteriormente cenaron en un antiguo convento, próximo a la frontera española.

Durante la mañana de ayer, domingo, viajaron a Évora, donde asistieron a una misa oficiada por el vicario general de la ciudad, el canónigo Francisco Sanches Alves, quien deseó a los gobernantes que sus trabajos impulsen "el progreso y el bienestar social de los dos pueblos".