¿Cuento de la lechera?

Ante las noticias de que se considera la exclusión de los pensionistas con retribuciones menores de 50.000 pesetas al mes y de los enfermos crónicos en el incremento del pago por recetas, habría que hacer las siguientes consideraciones:1. La cantidad de pensión mensual que se fija es excesivamente baja. Sería más lógico que el tope para la exención fuera el salario mínimo interprofesional.

2. Incluso, con la propuesta actual, hay los siguientes problemas:

Los ingresos previstos serán mucho menores de lo anunciado. Se pasaría a unos 20.000 de los 52.000 millones previstos. Se precisará, además, muchos gastos de gestión y administración para identificar a estos grupos de excluidos, y tiempo para hacerlo.

Por todo ello, es dudoso que se lleguen a producir ingresos reales por estos conceptos, y es incluso posible que el resultado sea económicamente negativo.

Como conclusión, parece que estamos ante una nueva versión del cuento de la lechera y que no tiene sentido el efectuar estas medidas que van a penalizar a un grupo de ciudadanos con escasos ingresos e importantes necesidades de salud, para además obtener dudosos o mínimos efectos recaudatorios.-