"Los que nos hemos quedado en agosto somos privilegiados"

Mari Pau Domínguez (Sabadell, 1963) ha sido la encargada este verano de pilotar la nave en A vivir que son dos días, los fines de semana en la SER, en sustitución de Marta Robles y Javier Rioyo. Ahora toma el relevo Fernando Delgado. Mari Pau, la chica de la tele, primero en San Cugat (Barcelona), después en Madrid, se ha quedado sin agosto. "Privilegiados somos los que nos hemos quedado", comenta. Para ser sinceros, éste es un mes del que ella siempre prescinde cuando piensa en vacaciones; con estos fines de semana radiofónicos ha vivido, según dice, uno de los momentos profesionales más reconfortantes, y la verdad es que tiene muchos entre los que elegir.Pregunta. Uno de los últimos ha sido su libro de poemas.

Respuesta. Sí, Universo en ciernes es un librodisco; muchos amigos como Javier Ruibal, Miguel Ríos, Víctor Manuel y Ana Belén, Aute... han interpretado poemas míos escritos desde hace ya bastante tiempo. Son 13 poemas canciones que siguen siendo poemas

P. Este libro del que hablamos es el tercero que publica. Madrid... le cunde, ¿no?, ¿cuántos años lleva aquí?

R. Ya son ocho. Vivo bien aquí y vivo bien el momento en el que estoy, pero no se sabe nunca lo que puede pasar.

P. ¿Se vería a sí misma viviendo en un lugar pequeño donde esta actividad la viera muy lejana?

R. Bueno... No me importaría, pero sólo en el caso de que supiera que lo que de verdad querría hacer es eso, llevar una vida distinta.

P. ¿Y qué planes tiene?

R. Dejarme llevar por la vida, es lo que he hecho hasta ahora y me ha ido bien así.

P. ¿La radio engancha?

R. La verdad es que sí; es un universo que tiene una magia especial.

P. Su, último trabajo en televisión fue el programa de entrevistas ¿Quién es él? ,¿Podría ser un adiós a ese medio por el momento?

R. No, no. He trabajado este tiempo en dos documentales sobre el cine que creo que se van a emitir en La 2.

P. ¿Las ciudades son sus gentes?

R. No sólo eso. Las ciudades cobran importancia- en función de cómo le vaya a uno en ellas. ¡Yo tengo tanta gente buena a la que quiero en Madrid! Hay personas aquí de las que no sabría prescindir. La verdad es que no soy nada partidaria de la vida social, pero me entrego mucho a mi círculo privado; tengo muy claro que son mis amigos los que me han brindado Madrid.P. ¿Algo que recriminar a esta ciudad?.

R. ¡El tráfico!, los últimos destrozos urbanísticos y, sobre todo, las piedrecitas que se nos han ido de la plaza de Oriente.

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