La huelga en Málaga puede colapsar 50 vuelos el fin de semana

El aeropuerto de Málaga se colapsará el próximo fin de semana -31 de agosto y 1 de septiembre- entre las 14 y las 16 horas, en las que está previsto el último de los cinco paros convocados por el personal de tierra de Iberia. A esa hora hay más de 50 vuelos, la mayoría con destino a ciudades europeas, con reservas para más de 6.500 pasajeros.El previsible colapso aéreo, según admitieron fuentes del centro, ocasionará inevitables demoras en los vuelos de la tarde, por lo que el número de personas afectadas podría superar las 10.000. El Patronato de Turismo de la Costa del Sol se ofreció ayer de mediador entre empresa y trabajadores para evitar estas movilizaciones, ante "el daño que pueden causar a la imagen del litoral malagueño".

La coincidencia con el final de las vacaciones de agosto y el comienzo de las de septiembre provocará este fin de semana un intenso tráfico aéreo en la terminal Pablo Ruiz Picasso. El sábado, en el intervalo de tiempo fijado para los paros, hay programadas 11 llegadas y 16 salidas. El domingo, la entrada de aviones prevista a estas instalaciones precisamente durante el horario de las movilizaciones es de ocho, mientras se prevén 15 salidas. En total, medio centenar de vuelos internacionales con partida o destino en las principales capitales y ciudades europeas, según fuentes de la dirección del centro. La mayoría de los aviones está ya al completo.

El comité de empresa de Iberia en Málaga ha convocado estos paros, cuya conclusión está prevista el próximo 2 de septiembre, en demanda de más medios técnicos y humanos. Ayer secundaron una segunda jornada, de movilizaciones que afectó a unos 300 pasajeros y a tres vuelos.

La dirección de Iberia ha considerado que la plantilla en Málaga "está dimensionada" y que no se ha producido incumplimiento. de ningún acuerdo con los trabajadores.

José Miguel García Arquero, presidente del comité de empresa, asegura que los trabajadores se han visto abocados a estas nuevas movilizaciones ante la "nula actitud de diálogo de la compañía".