Movilización estudiantil para defender una obra construida por Torroja

Un grupo de estudiantes del último curso de la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Granada, han pedido a la Junta de Andalucía que el mercado de abastos de Algeciras (Cádiz), construido por el ingeniero Eduardo Torroja en 1933, se incluya en el catálogo general del patrimonio histórico andaluz y sea declarado bien de interés cultural. La obra, con una cubierta de hormigón armado en cúpula y doble curvatura, presenta "deterioros en la estructura resistente y en su estética".

El expediente informativo enviado a la Junta de Andalucía está redactado por los estudiantes Serafín Oliver, Lola Ortiz, Alfredo Ruiz, Ángela Salmerón, Óscar Sánchez de la Villa y Víctor Ramiro Sanz, bajo la coordinación de Ignacio González Tascón, profesor de Estética de la Construcción. Junto con. los documentos gráficos del estado actual del mercado de Algeciras, el estudio describe la obra, con los datos históricos y artísticos y fuentes documentales.Para los autores del informe, el mercado de Algeciras es una de las obras más significativas del ingeniero Eduardo Torroja (1899-1961), junto con el hipódromo de la Zarzuela, de Madrid, y los acueductos de la Ciudad Universitaria y de Tempul (Jerez de la Frontera), al combinar "una técnica innovadora y depurada con unas soluciones elegantes y llamativas", sobre todo en las estructuras arquitectónicas de hormigón armado.

La solución del mercado de Algeciras es una superficie de revolución de doble curvatura -con un diámetro de 47,8 metros y un espesor de 9 centímetros- que se apoya sobre soportes atirantados entre sí por un anillo poligonal postesado. De este tipo de lámina de hormigón. armado, calculada por Torroja, sólo permanece la cubierta en voladizo del hipódromo de Madrid, al destruirse durante la guerra el frontón, de Recoletos, en Madrid. La cubierta está coronada por un lucernario también octogonal de 10 metros de diagonal mayor.

El mercado, situado en el centro de la plaza de Nuestra Señora de la Palma, en servicio desde su construcción, con 123 puestos de ventas en el interior y exterior, sufre con el paso del tiempo "deterioros" en su. estructura y en su estética, como tendidos eléctricos y mallas metálicas en los huecos. "Algunas marquesinas presentan desprendimiento del hormigón y oxidación de las armaduras desnudas".

En el estudio se dice que "el olvido en su mantenimiento y conservación ha sido continuado. No hay más que fijarse en el color de la cúpula, sólo un reflejo del blanco inmaculado que debió cubrirla en sus primeros años. El deterioro alcanza también al esqueleto resistente, con fisuras en cúpula, pilares y zuncho de borde".

Hacen un llamamiento piara que se conozca y entienda el mercado de Torreja, "lo que es y representa para la vida social de Algeciras y para los amantes y profesionales que maravillados por obras como éstas apuestan por conseguir un reconocimiento merecido para este edificio".