Los expertos se disponen a desenterrar las pruebas de los crímenes de guerra

Investigadores de la ONU cercaron ayer con alambre de espino una supuesta fosa común en Cerska, el este de Bosnia, en preparación para comenzar a desenterrar restos de musulmanes ejecutados por las tropas secesionistas serbias hace un año.Las palas excavadoras de los expertos enviados por el Tribunal de La Haya están listas en un bosque situado a 35 kilómetros al oeste de Srebrenica. La zona es sólo una entre la docena de lugares donde se presume que se encuentran los restos de entre 3.000 y 8.000 civiles asesinados por las fuerzas del general Ratko MIadic en este enclave protegido por soldados holandeses de Naciones Unidas.

Los expertos del tribunal sobre los crímenes de guerra en la antigua Yugoslavia han comenzado una misión de tres meses para exhumar a las víctimas de las matanzas étnicas en Bosnia y Croacia. Es un pequeño ejército multinacional integrado por 290 especialistas entre forenses, patólogos, antropólogos y personal auxiliar. Fuerzas estadounidenses de la OTAN han cercado el área próxima a Cerska con carros de combate y vehículos artillados para mantener alejados a serbobosnios eventualmente hostiles a la búsqueda.

El jefe del equipo, William Haglund, afirmó ayer que a finales del día se habría removido la tierra superficial, pero que al menos hasta hoy martes no comenzaría la extracción de restos humanos. "Es un trabajo muy lento, hay que actuar como si se estuviese en el escenario de un crimen", declaró Haglund.

Los restos hallados serán almacenados en camiones frigoríficos y transportados para su análisis a un lugar seguro sin precisar, pero que muchos creen será el hospital de la ciudad bosnia de Tuzla. Numerosos problemas, según los expertos, complicarán su tarea de precisar cómo y cuándo murieron las víctimas sepultadas y su identidad. Aquí no hay antecedentes médicos ni dentales, ni tampoco cooperación local.