Humo en el ambiente

No voy a escribir a la filial holandesa de Philip Morris para que me convenzan de lo inocuo que es el humo del tabaco en el ambiente porque estoy convencido de lo contrario. Basta con que te pases tres horas en una reunión con media docena de fumadores y luego te huelas la ropa, o que tu pareja te huela el cabello antes de que te desintoxiques, o que te acerques a la nariz un cenicero repleto de colillas y ceniza, para comprender que eso no puede ser inocuo, sin necesidad de recurrir a estudios que, estoy seguro de ello, no tienen ni la cuarta parte de fiabilidad que los estudios demostrativos de que el humo de tabaco, al margen de cómo se inhale, es un veneno definitivo.Cuando se afirma que "fumar es un factor de riesgo para ciertas enfermedades humanas" se recurre a técnicas de charlatán, a lo más barato de la publicidad por muy millonarios que sean quienes se pueden costear anuncios a toda página. Dicho así, parece como si fumar contribuyera a la erupción del acné y la alopecia. No son ciertas enfermedades, sino los dos principales fenómenos causantes de gran parte de fallecimientos prematuros ("Los fumadores tienen una esperanza de vida de casi 25 años menos que un no fumador, o una tasa de mortalidad tres veces superior". Fuente: OMS).

Ya sé que vivimos en un mundo absurdo en el que el mismo periódico que hace cuatro días publicaba la noticia de que cada 10 segundos se produce una muerte a causa del tabaco hoy publica el anuncio de una corporación tabaquera que intenta hacemos creer que beber agua clorada o leche entera es más perjudicial que el humo diluido en el ambiente. Pero es de sentido común que si el agua y la leche son pejudiciales para nuestra frágil salud, cuánto más lo será esa porquería que ni nutre ni apaga la sed.-