Los caminos de Tarragona van a Roma

La Congregación Romana para los Obispos concedió ayer la recognitio (reconocimiento) de las 170 resoluciones del Concilio Provincial Tarraconense, llamado popularmente el concili català, que se celebró de enero a junio de 1995.Los obispos catalanes expresaron ayer su "satisfacción" por ese respaldo del Vaticano. Horas antes, Yanes salió al paso de la posibilidad futura de una Conferencia Episcopal Catalana. "Tengo constancia", dijo, "de que la Santa Sede no va a conceder que haya dos conferencias episcopales en un solo Estado". Señaló por otra parte que "los obispos catalanes no pretenden ser una conferencia desgajada de la Conferencia Episcopal Española". El único caso conocido de Estado con dos conferencias episcopales, recordó, es el Reino Unido, en el que existe desde el siglo pasado la Conferencia Episcopal Escocesa.

"Una Conferencia Episcopal", dijo Yanes, "tiene que ser establecida por la Santa Sede. De lo que sí hay posibilidad es de una región eclesiástica, que englobe varias provincias. El camino, que está abierto a todos, consiste en que los obispos de esas provincias lo pidan, luego sea deliberado por la Conferencia Episcopal y ésta lo eleve a la Santa Sede. En Francia es normal el funcionamiento por regiones, y en Italia por provincias. A nosotros, con el régimen autonómico, se nos han creado nuevas necesidades y hemos tenido que establecer organismos de relación que antes no teníamos".

Las grandes áreas de actividad del concili català plantean el carácter plural y secular de la sociedad catalana, la necesidad del acercamiento a los fieles, la promoción de un centro de solidaridad con los marginados, y la propuesta de responsabilidades directivas de los laicos.