En Leganés alucinan

Dos acciones reflejan perfectamente lo que sucede en Leganés en estos momentos: los aficionados dejando el campo al grito de "esta primavera, el Lega a Primera", y el técnico pepinero, Luis Sánchez Duque, sin poder ir a tomar la cañita pospartido por el acoso de la chavalería en busca de un autógrafo. Así están las cosas en el sur de Madrid. El Leganés, un equipo hecho para jugar en Segunda B (estaba descendido pero fue repescado en verano por el tema de la liga de 22), está, a falta de cinco jornadas, con serias posibilidades de subir a Primera División. Ante este panorama, obviamente, todos alucinan.Ayer salvó el Leganés a un contrario durísimo. Aun jugando con 10 todo el primer tiempo y con nueve la segunda mitad, el Écija realizó un gran partido y a punto estuvo de romper el sueño del ascenso de los madrileños. La cosa comenzó de perlas para los pepineros. Minuto 5: penalti, expulsión del jugador andaluz Lozano y Miguel Ángel que transforma la pena máxima. La grada, claro está, como unas castañuelas. Pero el gesto de la afición madrileña comenzó a torcerse cuando vio que su equipo se ablandaba. El Écija, jugando con 10, dominaba con cierta facilidad.

Y es que hay cierta inquietud en los jóvenes jugadóres pepineros. Quizá ellos mismos se presionan. Nadie (ni afición ni técnico, ni dirigentes) les va a culpar si no consiguen el ascenso. Sería injusto. Pero son ellos mismos los que se están metiendo presión, los que quieren aprovechar la ocasión. Probablemente no tendrán la Primera División tan cerca como esta temporada.

Les entró el tembleque a los jugadores del Leganés y el Écija comenzó a crear ocasiones. El empate estaba al caer. Llegó a poco del final del primer tiempo tras un balón que dejó muerto el guardameta Emilio. El segundo periodo tuvo un arranque similar al primero. El Leganés marcó pronto el 2-1 y el Ecija perdió, a otro hombre por doble amonestación. Todo el mundo apostaba por la goleada, pero el equipo visitante, ¡con nueve!, dominó con claridad y lo que estaba más cerca era un nuevo el empate.

Entonces se creció Alfredo, el único jugador madrileño que apostó ayer por la generosidad y no por el lucimiento personal. Alfredo, un chaval que siempre ha destacado por su fuerza física, ha mejorado en los últimos meses notablemente el aspecto técnico. El joven jugador pepinero ya dio, en una excelente jugada personal, el segundo gol a su compañero Paquito. Alfredo también regló el tercer tanto a Miguel Angel. En Leganés siguen soñando.