Rodríguez Bereijo propone interpretar la Constitución de modo que se impulse

Álvaro Rodríguez Bereijo, presidente del Tribunal Constitucional, defendió ayer en el Club Siglo XXI una interpretación de la Constitución "creativa, de desarrollo e impulso de la misma", que no se quede en su mera exégesis, sino que contribuya a hacerla "servible" y a "lograr que dé respuestas a problemas no previstos expresamente".Al comienzo de su conferencia sobre Constitución y Tribunal Constitucional, dentro del ciclo Hacia la España del siglo XXI, elogió a dos fundadores del alto tribunal: Francisco Rubio Llorente, al que agradeció que le presentara, y Francisco Tomás y Valiente, a cuya memoria pidió fidelidad frente a la intolerancia de quienes le asesinaron.

Rodríguez Bereijo explicó la Constitución "como marco, no como programa", y el alto tribunal, desde la autocrítica, como una jurisdicción "no política", que no debe entrar en la libre autodeterminación de los representantes, democráticamente elegidos por el pueblo español".

Resaltó la función de amparo de los derechos fundamentales, incluso mediante la anulación de decisiones judiciales, aunque advirtió del riesgo de colapso "por los casi 5.000 recursos que ingresan al año". Para el futuro previó una tarea de resolución de las crecientes dudas de los jueces.