Escepticismo sobre el 'chip antiviolencia'

El presidente Clinton salió de una reciente cumbre de la industria televisiva en la Casa Blanca con un acuerdo de los ejecutivos de las empresas para hacer programas mas apropiados para telespectadores jóvenes.Pese a este acuerdo, es improbable que esos esfuerzos tengan como consecuencia una reducción inmediata del sexo y la violencia en las pantallas. La experiencia de la industria del cine con un sistema de clasificación y una posible reacción en contra de los anunciantes indican que los contenidos de televisión podrían incluso empeorar antes de empezar a mejorar con este plan.

El acuerdo de la Casa Blanca depende del llamado "V-chip", un dispositivo que el Congreso ha ordenado que se instale en todos los aparatos de televisión. Está pensado para ayudar a los padres a evitar que sus hijos vean programas que contengan sexo y violencia excesivos. Un sistema de clasificación, similar al que existe desde hace casi 30 años para las películas coexistirá con el "V-chip". Esa clasificación permitirá a los padres bloquear el acceso a programas.

Los analistas de televisión y los líderes de la defensa del ciudadano predijeron que la llegada del "V-chip" no obligaría a los programas de televisión a estar más orientados a la familia. Y desde luego, el impacto inmediato será mínimo. "Pasarán cinco años antes de que podamos siquiera valorar los resultados porque hasta dentro de cinco anos la gente no tendrá 'V-Chips' en sus televisores", dice Paul Schulman, de la Paul Schulman Corporation, una central de compra de espacios de publicidad en televisión.

Si la tecnología del dispositivo es muy avanzada puede haber otro obstáculo. "La mayoría de los padres no sabe cómo programar el reloj del vídeo", dice Neal Pilson, presidente de Pilson Communications Incorporated, asesor de cadenas de televisión y ex presidente de CBS Sports. " ¿Cómo entenderán cómo funciona un dispositivo V-chip?".

Copyright Bloomberg / The New York Times