Clemente: "Algún día me conocerá la afición del Barcelona"

"Si Dios quiere llegará un tiempo en que me conocerán". Javier Clemente se refirió en estos términos a los socios y aficionados del Barça cuando en un almuerzo coloquio celebrado en el Círculo Ecuestre de Barcelona se le preguntó por la opinión que tienen formada os seguidores azulgrana sobre el seleccionador. Clemente se quejó de que ciertos medios han "manipulado" su imagen en Barcelona y se dejó querer cuando se le requirió sobre un posible futuro como técnico barcelonista: "No soy antibarcelonista ni anticatalanista ni anticruyffista"."Es una hipotesis que el Barça me presente un contrato y otra hipótesis que yo acepte", explicó. "Hasta 1998 no puedo venir, porque he dado mi palabra de renovar el contrato con la federación". Clemente admitió que ha mantenido algún enfrentamiento con el Barca -"no con los socios"- estando en otros clubes, pero "defenderé al Barcelona frente al Athletic si estoy en el Barça, de la misma forma que cuando entrenaba al Atlético me tuve que pegar con el Madrid. Primero es mi empresa y luego yo

El seleccionador afirmó que tiene un trato "exquisito" con los directivos del Barcelona, y que "si ellos saben que la opinión pública no me quiere no me contratarán, porque el presidente depende de los votos dé los socios. Eso son cosas que se sondean, y de la misma forma que hoy eres querido y mañana odiado, pasa lo mismo al revés".

Clemente reiteró que de Cruyff no le gusta el sistema defensivo: "Es flojo"; abogó por una Liga de 18 equipos y por el retorno del sistema de puntuación antiguo de los dos puntos; pidió paciencia para que Raúl e Iván de la Peña crezcan sin presión: "Están por hacer y les han puesto un nivel de exigencia demasiado alto porque aún juegan a ráfagas"; anunció que en el partido del próximo miércoles contra la República Checa, convocará a los mismos sub-21 del encuentro de ida; defendió los derechos de imagen: "Son sociedades constituidas de acuerdo a la ley" y calificó de "hechos aislados" los incidentes de Gil y Caneda.