La piqueta llegó antes que el plan

No hace falta ser demasiado mayor para recordar el mercado de Olavide, el frontón Recoletos o la gasolinera de Puerto Pi. Son ejemplos de arquitectura madrileña que podrían haber figurado en el catálogo de edificios protegidos del nuevo Plan General si no fuera porque ya no existen. Pasaron inadvertidos para las normas que hasta ahora han dirigido la edificación. Mientras unos desaparecían a golpe de piquieta a otros se les sometió a un proceso de transformación que terminó con su identidad. Su pecado fue haber sido construidos en este siglo. El destino de algunos edificios que corrieron esta suerte ha sido formar parte de un "catálogo sentimental" elaborado por tres jóvenes arquitectos: Antonio Arean Fernández, José Ángel Vaquero y Juan Casariego."Nos dimos cuenta de que edificios que conocíamos y figuraban en la historia desaparecían sin que surgiera alarma", apunta Juan Casariego. "El derribo de un edificio antiguo provoca gran alarma. En cambio, un edificio de este siglo pasa sin pena ni gloria. No hay un reconocimiento social de la arquitectura moderna", añade José Angel Vaquero

"Es un debate que no está resuelto. Con el mantenimiento de lo antiguo hay mucha estupidez; en cambio, es muy fácil actuar en edificios que tienen menos de cien años", añaden.

Un artículo publicado por estos tres arquitectos en EL PAÍS ('La suerte de la arquitectura madrileña'. Babelia, 30 de mayo de 1992) fue el detonante de esta guía a la que han llamado Madrid, arquitecturas perdidas. Aquel artículo terminaba así: "Triste destino el de la arquitectura madrileña". Los 80 ejemplos de su libro, todos construidos después de 1927 y destruidos con el beneplácito de la ley, parecen avalar aquella frase.

"Es un catálogo sentimental. No planteamos que todo ha de conservarse como estaba. Es una llamada a la reflexión. Haciendo este libro nos hemos dado cuenta de que en Madrid ha habido muy buena arquitectura. Quizá un poco olvidada, pero quién sabe si algún día se pone de moda", comentan. Y comenta Antonio Arean: "Madrid necesita que la gente pasee y sienta suya la arquitectura moderna

Para estos estos tres arquitectos se plantea una cuestión que no está resuelta:. "¿Qué se hace cuando un edificio no sirve?". Fernando Macías, jefe del departamento de protección de la edificación del Ayuntamiento, da una pista: "Muy difícilmente se puede unir el criterio sentimental con el de la funcionalidad", comenta. Para Arean, Casariego y Vaquero, "la arquitectura de culto es minoritaria, afirman.

Madrid, arquitecturas perdidas. Ediciones Pronaos. 3.350 pesetas.