El Mallorca se derrumba

Al doctor Bartolomé Beltrán, presidente del Mallorca, no le salen las cuentas. Las deportivas, por supuesto, pues las otras le deben ir de vicio dada su espectacular facilidad para firmar finiquitos. Le gusta cesar. Y contratar. Firmar, vamos. Tres entrenadores y 19 fichajes de jugadores en cinco meses lo demuestran.Pero, por lo visto, se antojaba imposible que las cosas le fueran peor al cuadro mallorquín. Sólo le faltaba que se le rompieran las porterías. El sábado se le rompió una. El susto se lo llevó Emilio, el guardameta del equipo rival de turno, el Lleida. Tranquilo estaba el hombre cuando a los siete minutos de juego oyó el crujido del poste. La portería amenazaba con venírsele encima, con aplastarle. Por suerte la estructura resistió. Y en busca de otra se fueron los trabajadores del club. No la encontraron. El palo roto se quedaba sin repuesto.

Una hora duró la infructuosa búsqueda. Al final todo se solucionó artesanalmente, soldando un hierro en la zona afectada. Pero, por entonces, el Mallorca ya se había quedado frío. De esperar, se supone.

Morales no encontró puerta en esta oportunidad. Y en este equipo si no marca Morales no marca ningún otro compañero. En la grada estaba Víctor Muñoz, el nuevo inquilino de uno de los banquillos más cambiantes del fútbol de este país. En él se sentó Irulegui, se sentó Mané y se sentará Víctor el tiempo que el televisivo doctor crea conveniente. Ni Jesús Gil en sus buenos tiempos se había atrevido a tanta osadía.Mejor les fue la jornada a los equipos de arriba, los que mandan en la tabla. El Hércules le cortó las alas a un Osasuna que se había disparado, y el Extremadura y el Logroñés tampoco fallaron. En el cuadro riojano marcó, por supuesto, Manel, el jugador más vigilado de la categoría. Allá donde actúa las gradas se pueblan de espías, venga a observar hasta el ritmo de su respiración. Le queda un suspiro en la capital riojana.

También el Real Madrid está sometido a vigilancia intensiva. Esta semana el equipo filial blanco ha disputado sus dos derbies, los que le enfrentaban a Leganés y Getafe. Ganó ambos. El equipo, con los Gómez, Guti y compañía recuperados para la causa, no deja de crecer al ritmo de su buen fútbol. Que de eso se trata.