Un caso de cerrojo y vuelta atras

Hermenegildo Pérez Bolaños, abogado de la familia de Susana Ruiz, no quiere que el caso se vuelva a cerrar mientras no se localice e interrogue al ex rapado José Albertó Orellana. En octubre pasado, Pérez Bolaños pidió a la juez que imputase a Oréllana un delito de encubrimiento de varios asesinatos y dictara contra él una orden de búsqueda y captura. La juez no lo hizo. Entre otras cosas, porque entiende que se trata de un testigo, no de un acusado.Además, Ferrer sostiene, como la policía, que la cinta contiene meras "imputaciones genéricas" carentes "de toda credibilidad". Sin embargo, la duda de cómo podía conocer Orellana el detalle del diente partido no ha sido despejada hasta, ahora.

- El caso de Susana Ruiz se cerró por primera vez en julio de 1994. La instructora lo sobreseyó tras estudiar el resultado de la autopsia, que atribuye la muerte a causas naturales, fruto de una parada cardiaca en la que confluyeron varios factores combinados: un edema de pulmón, la ingesta de sustancias tóxicas (aunque los forenses se muestran inseguros al respecto) y el frío que pudo sufrir Susana aquella noche.

Pérez Bolaños entiende, por su lado que la autopsia contiene muchas lagunas y que no aclara nada. Ha pedido reiteradas veces al juzgado que autorice a la familia a practicar una nueva autopsia con gastos a su cargo. Pero la juez rechazó esa petición.