"¿Dónde está el frente?"
Brigitte ha venido perfectamente preparada. Se siente en forma. Una semana antes de salir de Londres, su periódico le ha financiado un cursillo especial para desenvolverse sobre el terreno, incluso en las situaciones más arriesgadas. Han sido tres jornadas intensivas con lecciones teóricas y prácticas, que han culminado en una gran nave vacía, donde ha sido concentrada junto con un grupo de compañeros, futuros enviados especiales a cualquier parte del mundo: Sarajevo, Guatemala, Uganda o Arabia Saudí."Ha sido emocionante. Previamente nos habían maquillado. Algunos como si estuviéramos heridos. Después empezaron a sonar las sirenas y el ruido de los disparos", ha explicado, mientras recordaba de pronto que se había dejado en Londres el chaleco antibalas.
Alessandro también ha recibido una instrucción especial. Aunque mucho más modesta y menos costosa. La ha venido leyendo durante el vuelo desde Roma; tres folios confidenciales redactados por el Ministerio de Asuntos Exteriores. Las instrucciones y recomendaciones se alternan con órdenes tajantes -"durante todo el periodo de permanencia en Argelia, los desplazamientos oficiales deberán efectuarlos bajo la protección de las fuerzas de seguridad argelinas" y culminan con un gráfico de los barrios peligrosos y poco recomendables.
Alessandro ha logrado durante su primer día en la capital transgredir ya casi todas las normas. Se ha paseado por Kuba, Bab El Oued y Birkhadem, calificadas como "zonas de alto riesgo". Mañana tiene proyectado recorrer el resto.
No son casos aislados. Forman parte de ese ejército de casi 400 enviados especiales llegados a Argelia para cubrir las elecciones y que han sido concentrados en el hotel Aurassi de Argel. Sometidos, por razones de seguridad, a una estricta vigilancia, están obligados en algunas ocasiones a salir en grupo, escoltados por la gendarmería o la policía.
"Así no hay manera de conseguir una exclusiva", comentaba molesto uno de los fotógrafos, que se había pasado toda la mañana preguntando desesperadamente: "¿Dónde está el frente?".
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