Duelo

Parece suficientemente claro que tan legítimo es que el presidente del Gobierno continúe gobernando porque así lo crea conveniente como que el jefe de la oposición no presente una moción de censura porque no lo estime oportuno.Pero en este duelo de legítimos comportamientos existen unas circunstancias que lo hacen desigual según la trinchera desde donde se analice. De un lado, se supone, el Gobierno no tendrá mucho interés en que le presenten una moción de censura. Es más, nada puede hacer para forzarla. Del otro lado, la oposición, y más concretamente el PP, no hay día que pase sin reclamar elecciones anticipadas o el compromiso explícito de todos los grupos parlamentarios que les asegure el éxito en la presentación de dicha moción.

No es muy difícil deducir que el PP tiene "la sartén por el mango", y el que su líder, el señor Aznar, no se atreva a dar el paso de cambiar el estribillo conocido de "... váyase, señor González" por el de "... ahora le voy a echar, señor González" mediante una moción de censura, supone, a mi juicio, que muchos españoles empiecen a dudar sobre si realmente el señor Aznar tiene algo nuevo que decir o algo interesante que ofrecer.-